Hablar de la educación sexual implica hablar de los sentimientos, y de lo que nos pasa con las emociones, con el amor, con la alegría, la tristeza, el afecto, el placer, el dolor; también, de lo que nos preocupa e inquieta.
Generar espacios que fortalezcan la confianza para preguntar, expresarse y compartir las inquietudes que se tienen constituye uno de los primeros puntos de partida para poder dar la palabra a la expresión de aquello que tanto tiempo estuvo silenciado. La escuela puede alentar a los niños y jóvenes para el aprendizaje de la toma de decisiones, ofreciendo oportunidades en sus propuestas de actividades y brindando variadas posibilidades para que ejerzan su capacidad de elección.
Se mantendrá como impulso vital que los sujetos puedan conectarse consigo mismo y con su contexto, para comprenderlo y mejorarlo.
Responsables del proyecto: Maestra de grado Andrea Arrieta
Bibliotecaria Karina Ansaldo
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