Llegó la hora de jugar con la masa...
- Un niño que aprende a moldear y a jugar cambiando los estados del material con el que juega le facilita el crecimiento psicomotor, fisiológico y emocional
- Teniendo control sobre los objetos que produce y crea le permite sentirse más seguro de sí mismo incrementando la autoestima.
- Estimula el desarrollo neurológico: usando los dedos y las manos el niño estimula su cerebro lo que resulta en el incremento de conexiones neurológicas, de esta manera desarrolla la inteligencia neuromotora.
- Estimula la creatividad y el desarrollo de habilidades plásticas y artísticas.
- Con la creación de objetos el niño aprende a regalar, dar e intercambiar estimulando la generosidad.
- En la producción de figuras y objetos que adquieren permanencia o se transforman el niño puede reconocer cambios y estados de materia.
- Moldeando el niño aprende a comunicar ideas a pares y adultos, incrementa su vocabulario y descubre nuevos conceptos. Esto ayuda a su crecimiento social.
- El juego con la masa ayuda a desarrollar la destreza motora fina, fundamental para que aprenda el proceso de la escritura.
- Amasar le permite: crear, esculpir, oler, aprender colores y formas, cambiar la forma, apretar, destruir, recrear, moldear, estirar, hacer una impresión, alisar.